Es febrero de 1968 y el sol cae fuerte sobre Rishikesh, India. En la llamada “capital mundial del yoga”, George Harrison está sentado descalzo sobre el césped pulsando las 18 cuerdas de su sitar. Está peinado al medio, se ha dejado bigote y viste ropas de color naranjo. De fondo, las aguas del Ganges; frente a él, el maestro Ravi Shankar lo guía perfeccionando su manejo del instrumento. El guitarrista de The Beatles cumple 25 años y ha debido cruzar un largo puente colgante sobre el río para estar ahí ese día.
Apenas tres años antes, Harrison había escuchado por primera vez el metálico sonido del sitar en una filmación para la película “Help!”. Al poco tiempo compró su primer instrumento en una tienda en Londres y entonces el que comenzó como un flechazo con esta cultura se convirtió en amor verdadero.
En 1965 los sonidos hindúes ya se colaron en la maravillosa “Norwegian Wood”. Luego se apoderarían de clásicos como “Love You To”, “Tomorrow Never Knows” y “Within You Without You”.
Los iluminados días de Harrison en sus constantes viajes a Nueva Delhi y Bombay transformaron no solo sus composiciones sino su vida completa. George abrazaría el hinduismo y la tradición Hare Krishna convirtiéndose en un verdadero embajador de estas creencias.
“Al paso que va, George va a estar volando en una alfombra mágica cuando tenga 40 años”, ironizaba John Lennon, quien junto a Paul McCartney y Ringo Starr también habían sucumbido a los encantos de la música india y la meditación trascendental, siempre guiados por George.
Los iluminados días de Harrison en sus constantes viajes a Nueva Delhi y Bombay transformaron no solo sus composiciones sino su vida completa. George abrazaría el hinduismo y la tradición Hare Krishna convirtiéndose en un verdadero embajador de estas creencias.
El compromiso de George con esta cultura llegó al punto de que fue Ravi Shankar el encargado de abrir el mítico Concierto para Bangladesh en el Madison Square Garden, en 1971. Nueva York y el mundo entero escuchaban con respeto una introducción de más de 20 minutos de sonidos hindúes. India había cruzado el largo puente hacia Occidente. El trabajo estaba hecho.
* Publicado en la edición de julio de 2014 de revista IN de LAN.
Evalúa este texto
( votos)También te podría interesar
Más de Cultura
Netflix revive las historias de hechiceros y caballeros en Maldita
Con elenco diverso y una protagonista femenina, hoy llega la ambiciosa serie inspirada en Nimue y el Rey Arturo. Desde …
Guatemala empoderada: del juicio por genocidio al derrocamiento de un presidente
El documental “500 años”, recientemente estrenado en Londres por su directora Pamela Yates, narra los últimos hitos de este país …
Perdidos en el Líbano: “La única razón por la que hacemos películas es para crear cambio”
Las hermanas británicas Georgia y Sophia Scott estrenaron en Londres su documental “Perdidos en el Líbano”, el que muestra a …
10 canciones para escuchar antes de morir
JOHN LENNON“Woman”Lennon te da una mano cuando menos lo esperas. Te gusta una mujer, no sabes cómo decírselo y le …
Yo canto por una barra (que está muy descontrolada)
Desarrollada en Chile con especial fuerza en las últimas dos décadas, la canción de estadio se alza como un género …
El día en que vi a Paul McCartney
En noviembre de 2010, Paul McCartney volvió a Sudamérica tras décadas de ausencia. Su parada más cercana fue Buenos Aires, …